En cada una de las sesiones de trabajo, desde el segundo nivel hasta quinto, comenzamos, todas y cada una de las clases con una audición activa de una canción interpretada en directo por el maestro. Con unas pocas sesiones es suficiente para que el alumno se dé cuenta de que el silencio es premisa indispensable para disfrutar de la audición y como consecuencia... un estado de relajación y liberación de tensiones que prepara completamente al alumno para el trabajo del aula. Para mi es mucho más que una rutina y para ellos, creo que, un merecido refuerzo positivo al comienzo de la sesión.
Este curso estoy preparando una o dos canciones distintas por semana. Intento que me sirvan para los cuatro niveles y aprovecho que estamos en un centro bilingüe para introducir canciones de la cultura pop y rock británica y estadounidense.
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